La cervicalgia o dolor de cuello se refiere de forma genérica a cualquier dolor que afecte a la región cervical y en el que pueden estar implicadas las estructuras de dicha zona como musculatura, nervios, vértebras, articulaciones, discos intervertebrales (MedlinePlus). Este dolor puede irradiar a zonas próximas.
Es un problema frecuente en la población, dándose valores de incidencia puntual del 13% y con una prevalencia a lo largo de la vida del 70%. La prevalencia anual de cervicalgia puede alcanzar hasta el alrededor del 45% de la población, debida al elevado índice de recaídas ocasionadas (hasta el 25% de los casos), pudiendo establecerse como un trastorno crónico hasta en el 15% (1). El dolor cervical se relaciona con inflamación de las vértebras y/o tejidos blandos de las articulaciones de la columna cervical, apareciendo el dolor por el incremento en el volumen del agujero de conjunción, generando una comprensión de las estructuras nerviosas o por la lesión de los músculos erectores de la columna, trapecio, escaleno, esternocleidomastoideo, y teniendo como causa más común las lesiones repetitivas, la degeneración de la columna cervical, un traumatismo o una lesión aguda muscular. De este modo, la lesión de las vértebras cervicales se puede producir por artrosis cervical, espondilosis o espondilitis y hernia discal cervical, mientras que la lesión de los tejidos blandos del cuello puede producirse por tortícolis, latigazo cervical o síndrome del escaleno anterior (2).
De este modo, la tortícolis se presenta como un problema de tipo agudo y consiste en rigidez y dolor del cuello a consecuencia de un espasmo de la musculatura cervical que puede aparecer como consecuencia del mantenimiento de una postura inapropiada (dormir con la cabeza rotada hacia un lado) o con una almohada inadecuada, mientras que la espondilosis se presenta como un trastorno crónico por desgaste y degeneración ósea, cartilaginosa y de los discos vertebrales, más frecuente conforme se avanza en edad y que puede comprimir las raíces nerviosas afectando así a los hombros y extremidades superiores.
Factores que pueden favorecer la aparición de dolor cervical
El exceso de actividad física con sobrecarga, el mantenimiento de una mala postura al dormir o el pasar largas jornadas delante del ordenador en mala posición (con el cuello girado o excesivamente inclinado) sin tomar los suficientes descansos, la inactividad y la debilidad constitucional pueden influir en la aparición del dolor cervical. La fibromialgia también puede ser causante de dolores musculares y fatiga, pudiendo tener puntos hipersensibles en el cuello con dolor y rigidez.
Estrés y tensión cervical
El estrés es un factor importante que puede desembocar en dolor cervical y que es motivo frecuente de consulta. Largas jornadas laborales, preocupación, horarios irregulares, y cualquier tipo de acontecimiento estresante prolongado en el tiempo puede tener como consecuencia la tensión muscular en la zona dorsal alta y cervical, rigidez, entumecimiento, limitación del movimiento y dolor. El dolor cervical a menudo se relaciona con cefaleas, migrañas, vértigos, mareos y acufenos.
Dolor cervical según la Medicina Tradicional China
La Medicina Tradicional China (MTC) considera al dolor cervical como un trastorno que puede tener diferentes etiologías (2):
- Invasión de patógenos externos: exposición al viento tras sudoración abundante, dormir sin taparse adecuadamente.
- Factores emocionales: Estrés, depresión, frustración.
- Traumatismos ocasionados por dormir o trabajar en una mala postura, o bien debidos a latigazo cervical, provocándose de esta forma un bloqueo en la circulación de Qi y Sangre.
- Debilidad constitucional, trabajo excesivo, enfermedades crónicas, dieta inadecuada. Estos factores aislados o de forma combinada pueden producir una falta de nutrición en las estructuras musculares, tendinosas y óseas de la región cervical, desembocando por tanto en dolor.
Acupuntura, Tuina y Moxibustión para el tratamiento del dolor cervical
La MTC, con sus diferentes técnicas y tratamientos, puede ser beneficiosa en el alivio del dolor cervical. La acupuntura mediante su influencia directa en la zona del dolor, y gracias a sus propiedades puede reducir la inflamación y mejorar la circulación en la zona reduciendo así el dolor y mejorando la calidad de vida de quien lo padece.
La acción acupuntural estimula el flujo de riego sanguíneo local, ofrece una respuesta antiinflamatoria (reducción en los niveles de histamina y prostaglandinas), activa los terminales periféricos de las neuronas sensoriales transmisoras de señales hacia la médula espinal y produce cambios en la respuesta de los opiáceos endógenos que transmiten y modulan las señales neuronales codificando la percepción y respuesta al dolor (3). También tiene efectos beneficiosos en el tratamiento del estrés, reduciendo los niveles del mismo mediante diferentes mecanismos fisiológicos (4, 5, 6) , de manera que reduciendo la respuesta al estrés puede actuar en la disminución del dolor. La acupuntura puede aplicarse tanto en puntos dolorosos, como en la zona tendinomuscular afectada y en zonas distales para que su efecto complementario sea mayor (actuando de forma directa contra el dolor, reduciendo el estrés, favoreciendo la circulación sanguínea y desbloqueando las tensiones emocionales).
Otras técnicas que junto a la acupuntura pueden contribuir y potenciar los efectos del tratamiento para el dolor cervical son el Tuina, que consiste en la aplicación de técnicas manuales (fricción, prensión, oscilación, movilización) a modo de masaje en la zona afectada con propiedades de activación de la circulación sanguínea y relajación neuromuscular, así como la Moxibustión, mediante la cual se aplica calor localizado en puntos de acupuntura de la región afectada y zonas tendinomusculares adyacentes, favoreciendo así la termorregulación y la circulación sanguínea, así como la analgesia.
Evidencias de la eficacia de la acupuntura en el tratamiento del dolor cervical
Se han realizado diferentes ensayos clínicos y estudios para determinar la efectividad de la acupuntura como tratamiento del dolor cervical, en los cuales se ha determinado que la acupuntura añadida al tratamiento usual se asocia a mayor mejoría en el dolor y en la calidad de vida que el tratamiento habitual de forma única (7), que es una herramienta terapéutica efectiva en el manejo de la cervicalgia, con muy pocas reacciones indeseables para el paciente y cero costos medicamentosos (8,9), y que ofrece efectividad en la mejora del dolor cervical concretamente causado por espondilosis (10) , por citar algunos.
Referencias bibliográficas
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- Meseguer Henarejos, Medina i Mirapeixa, F., , Cánovas Gascón, J.J., Esteban Argentec, I., Torres Vaquero, A.I., Alcántara, F.: Prevalencia, consecuencias y factores de riesgo de la cervicalgia. Fisioterapia. 2000.
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- Lu, J., Shao, R.H., Hu, L., Tu, Y., Guo, J.Y.: Potential antiinflammatory effects of acupuncture in a chronic stress model of depression in rats. Neuroscience Letters. 2016.
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