El dolor menstrual o dismenorrea es un motivo frecuente de consulta y se refiere a los periodos menstruales con dolor en la zona pélvica. En la dismenorrea el dolor es de cierta intensidad y requiere de tratamientos médicos, pudiendo ser incapacitante, y afectando a un 30-50% de las mujeres(1). En su diagnosis hay que diferenciar si va acompañada de un proceso o anomalía pélvica concomitante para establecer si se trata de una dismenorrea primaria o secundaria, aceptándose actualmente que la dismenorrea se produce por un incremento anormal de la actividad uterina debido a un aumento de las prostaglandinas en relación a la caída de los niveles de esteroides ováricos en el momento de la menstruación(2). En cuanto a la diferenciación entre los tipos de dismenorrea, la dismenorrea primaria tiene lugar sin trastornos ginecológicos estructurales, comenzando en general durante la adolescencia con tendencia a disminuir con la edad y después del embarazo, mientras que la dismenorrea secundaria tiende a ocurrir con la adultez y está asociada a anomalías pelvianas, teniendo como causas comunes la endometriosis, la adenometriosis uterina y los miomas. Como síntomas asociados pueden aparecer cefaleas, náuseas, estreñimiento o diarrea, dolor de espalda, aumento de la frecuencia miccional y vómitos (Manual Merck). El tratamiento usual en este trastorno consiste en el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, no exentos de riesgo de efectos secundarios adversos de índole gastrointestinal, cardiovascular, renal e hipersensibilidad (3).
La Medicina Tradicional China (MTC) basa el éxito de sus tratamientos en conocer la causa subyacente a la enfermedad mediante una correcta diferenciación de síndromes para así poder establecer el tratamiento más adecuado tras un correcto diagnóstico personalizado. En el caso del dolor menstrual, la MTC atribuye como posibles causas principales desencadenantes del mismo el Estancamiento de Qi y/o Sangre, la acumulación de Frío y/o Humedad de forma interna en el Útero, la Insuficiencia de Sangre o la Deficiencia de Hígado y Riñón, síndromes que pueden venir causados y agravarse con los problemas emocionales, factores climáticos como frío o humedad, enfermedades crónicas o debilidad constitucional, dietas inadecuadas, exceso de trabajo y falta de descanso adecuado, múltiples embarazos y partos…
La acupuntura es una técnica cada vez más demandada para el tratamiento del dolor menstrual debido principalmente a sus propiedades analgésicas y reguladoras. El tratamiento con acupuntura de forma complementaria al tratamiento convencional ofrece mejores resultados en cuanto a la mejoría del dolor y al aumento de la calidad de vida en comparación con el tratamiento convencional de forma única (4). La acupuntura puede mejorar la calidad de vida de pacientes con dolor menstrual, reduciendo los síntomas mediante diversos mecanismos fisiológicos, como la regulación de la actividad neuroendocrina y los receptores del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico (5, 6) , la relajación de la musculatura lisa mediante el incremento de los niveles de óxido nítrico, favoreciendo así la inhibición de las contracciones uterinas (7), promoviendo la relajación y reduciendo la tensión mediante la regulación hormonal del sistema nervioso central (8), la estimulación de nervios localizados en músculos y otros tejidos, que permiten la liberación de endorfinas y otros factores neurohumorales, cambiando así el procesamiento del dolor en el cerebro y médula espinal (9, 10) y reducción de la inflamación promoviendo la liberación de factores vasculares e inmunomoduladores (9, 11) .
La acupuntura junto a una revisión y modificación de ciertos hábitos por tanto puede ser una técnica eficaz y segura con efectos duraderos en la mejora de los síntomas del dolor menstrual, así como en el equilibrio de los desajustes orgánicos que pueden originar el mismo, proporcionando a quien lo padece una mejor calidad de vida.
Referencias bibliográficas:
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